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Neuromitos

Actualizado: 3 may 2023

¿Qué son los neuromitos?


El término “neuromito” se atribuye al neurocirujano Alan Crockard a principios de los años ochenta en referencia a ideas pseudocientíficas sobre el cerebro dentro de la praxis médica (Crockard, 1996). Teniendo en cuenta que estas ideas erróneas sobre el cerebro iban más allá del colectivo médico, la OCDE (“Organization of Economic Co-operation and Development”) redefinió el término a una idea equivocada generada por errores en la comprensión, lectura o cita de hechos científicos establecidos por la investigación del cerebro para defender su uso en la educación y otros contextos.


"Un neuromito es una idea equivocada relativa a la investigación del cerebro para defender su uso en algún contexto"

La formación de neuromitos no es necesariamente un acto de fraude o estafa destinado a vender productos o servicios (Jorgenson, 2003). Normalmente se originan de interpretaciones erróneas o superficiales de evidencias científicas (Howard-Jones, 2014). Estas interpretaciones están sujetas a sesgos cognitivos como el sesgo de confirmación (Oswald, 2004), que selecciona las evidencias en función de las premisas previas del individuo o de un afán de revolucionar la ciencia y la sociedad con alguna teoría excéntrica (Lilienfeld et al., 2011). En la construcción de la mayoría de estos neuromitos, intervienen diferencias cultuales, de terminología y de idioma. Esto no es de extrañar, pues la jerga utilizada por los neurocientíficos es diferente a la utilizada por el colectivo docente (Stitch, 1990). Un ejemplo es el término “atención”, que mientras para los educadores tiene un significado comportamental enfocado a evitar distracciones en la realización de una tarea, para el colectivo científico hace referencia a la localización de recursos cognitivos o a los correlatos neurales de este proceso (Howard-Jones, 2014).


"Las diferencias de jerga entre los científicos y el resto de la sociedad pueden motivar la aparición de neuromitos"

La dificultad para distinguir un neuromito de una evidencia real se basa en que en los neuromitos suele existir una traza de evidencia científica sobre la cual se desarrolla un mito más elaborado. Para comprender mejor su formación, se puede examinar el origen de uno de los neuromitos más extendidos: la teoría del “cerebro izquierdo vs cerebro derecho”. Este neuromito se puede presentar de bastantes formas, como por ejemplo que “hay personas que utilizan más el hemisferio derecho y otras que utilizan más el izquierdo” y derivadas que van más allá como que “las personas que utilizan más el hemisferio derecho son más creativas mientras que las que utilizan más el izquierdo son más racionales” (Hoffman, 2002; Pikulski, 1982; Sloan et al., 2002; Spring & Deutsch, 1981).



"La dificultad para distinguir un neuromito de una evidencia real se basa en que en los neuromitos suele existir una traza de evidencia científica"

En este caso, la traza de veracidad es la de que algunos procesos cognitivos están lateralizados con relación a la actividad neuronal adicional asociada a ellos. Los estudios de neuroimagen muestran que incluso las tareas más sencillas involucran multitud de áreas del cerebro, dando lugar a patrones de actividad muy distribuidos. En los análisis de estos datos se presentan habitualmente “hot-spots” (imagen siguiente) que indican donde la actividad ha excedido un determinado umbral estadístico de la actividad basal que se asocia a esa área determinada en una tarea. Sin embargo, cuando la imagen de un cerebro en el que se visualizan únicamente estos “hot-spots” llega a manos de alguien no acostumbrado a interpretar estos datos, se puede producir una interpretación errónea en la que se asocia esa área determinada del cerebro como la responsable de un proceso cognitivo. A partir de esta interpretación incorrecta, se pueden derivar interpretaciones posteriores, como especular que aquellas personas que presentan una actividad neural determinada aprenderán mejor si se les enseña mediante imágenes o mediante texto (McCarthy, 1997).


Ejemplo de "hot-spots" en estudio de neuroimagen (Hofer et al., 2006).

Desde Open Brains intentamos hacer pedagogía sobre los neuromitos, pues esto se encuentran ampliamente extendidos en el sector educativo. En diferentes estudios realizados al respecto, como el de Torrijos-Muelas et al. (2021) o el de Howard-Jones (2014), midió la penetrancia de algunos neuromitos en el Reino Unido, Holanda, Turquía, Grecia y China.



"Hay neuromitos muy extendidos en el colectivo docente. Entre ellos, el más frecuente es el de la creencia que existen diferentes estilos de aprendizaje"

Los resultados mostraron que los neuromitos que hace referencia a la existencia de estilos de aprendizaje son los más extendidos, pese a que no existe una base sólida que los defienda. Asimismo, neuromitos que hacen referencia a la dualidad “hemisferio derecho vs hemisferio izquierdo” también son muy presentes en el colectivo docente. Finalmente, los neuromitos que hacen referencia a la existencia de actividades o ejercicios que mejoran significativamente las habilidades cognitivas también son presentes en el colectivo docente.


Prevalencia de los neuromitos en el colectivo docente. Elaboración propia a partir de la tabla de Howard-Jones, (2014).

Los neuromitos van más allá del ámbito educativo, en el ámbito empresarial existe un interés de revestir de un aura científica a una gran variedad de productos y teniendo en cuenta la relevancia de los procesos cognitivos en nuestro día a día así como del desconocimiento del cerebro, los neuromitos son abundantes (Nat Neurosci, 2004), desde las pulseras de 400 dólares (Apollo Wearable) que ayudan a controlar el estrés y que no tienen estudios contrastados, a listas de música que supuestamente estimulan la conexión interhemisférica (Hemi-Sync) de nuevo sin la fundamentación requerida (Kang et al., 2022).


En posteriores entradas, abarcaremos algunos de estos neuromitos con mayor profundidad, pues la única manera de combatir la “mala información” es con mayor y mejor información desde la comunidad científica.


¡Nos vemos en la próxima entrada!




Bibliografía


Crockard, A. (1996). Confessions of a brain surgeon. New Scientist, 2061, 68


Hofer, A., Siedentopf, C. M., Ischebeck, A., Rettenbacher, M. A., Verius, M., Felber, S., & Fleischhacker, W. W. (2006). Gender differences in regional cerebral activity during the perception of emotion: a functional MRI study. Neuroimage, 32(2), 854-862.


Hoffman, E. (2002). Introducing children to their amazing brains. LTL Books.


Howard-Jones, P. A. (2014). Neuroscience and education: myths and messages. Nature Reviews Neuroscience, 15(12), 817-824.


Jorgenson, O. (2003, December). Brain scam? Why educators should be careful about embracing 'brain research'. In The Educational Forum (Vol. 67, No. 4, pp. 364-369). Taylor & Francis Group.


Kang, K., Orlandi, S., Lorenzen, N., Chau, T., & Thaut, M. H. (2022). Does music induce interbrain synchronization between a non-speaking youth with cerebral palsy (CP), a parent, and a neurologic music therapist? A brief report. Developmental Neurorehabilitation, 25(6), 426-432.


Lilienfeld, S. O., Lynn, S. J., Ruscio, J., & Beyerstein, B. L. (2011). 50 great myths of popular psychology: Shattering widespread misconceptions about human behavior. John Wiley & Sons.


McCarthy, B. (1997). A Tale of Four Learners: 4MAT's Learning Styles. Educational Leadership, 54(6), 46-51.


Nature Neuroscience, (2004). Editorial. Brain scam? 7(7): 683.


Oswald, M. E., & Grosjean, S. (2004). Confirmation bias. Cognitive illusions: A handbook on fallacies and biases in thinking, judgement and memory, 79.


Pikulski, E. C. (1982). The 4Mat System: Teaching to Learning Styles with Right/Left Mode Techniques.


Sloan, T., Daane, C. J., & Giesen, J. (2002). Mathematics anxiety and learning styles: What is the relationship in elementary preservice teachers?. School Science and Mathematics, 102(2), 84-87.


Spring, A., & Deutsch, G. (1981). Left brain right brain. San Fran.


Stich, S. P. (1990). The fragmentation of reason: Preface to a pragmatic theory of cognitive evaluation. The MIT Press.


Torrijos-Muelas, M., González-Víllora, S., & Bodoque-Osma, A. R. (2021). The persistence of neuromyths in the educational settings: A systematic review. Frontiers in psychology, 3658.




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